He aquí un gato de tamaño mediano, fuerte, de cabeza corta y triangular. El Neva masquerade se diferencia por sus carrillos marcados y su mentón prominente. Además, y sin abandonar la cara, posee uno preciosos ojos azules, grandes y ligeramente ovalados.
El cuerpo de estos felinos es moderadamente alargado, con el cuello fuerte y las patas robustas y no muy largas. En canto a la cola, ésta será ancha desde la base hasta la punta. El pelo que los recubre es largo en los flancos, pecho y cola, corto en el cuello y paletillas y se extiende hasta los dedos. En cuanto al color, se combinan el colourpoint y el tabby con el blanco.
Una raza híbrida
Esta raza proviene de los bosques en torno a la cuenca del río Neva, en Rusia y se lo considera emparentado muy de cerca con el gato siberiano. De hecho, no se tiene por una raza pura, sino el resultado de la hibridación entre los siberianos y gatos callejeros, incluso de la raza thai.
El Neva masquerade resulta un fantástico gato doméstico, muy zalamero, eso sí, apacible y tremendamente sociable. Debemos vigilar una glotonería innata en la raza, que hace que nada esté a salvo de su voraz apetito y que provoca muchos casos de obesidad. Es también un enamorado de la Naturaleza, gran cazador y pescador, de modo que, aunque esté a gusto en casa, suele preferir que este hogar se halle en un sitio que le permita hacer “excursiones”.
Nuestro Neva apenas nos requerirá cuidados, salvo un cepillado frecuente para evitar que se le anude el pelo. Eso sí, a consecuencia de su glotonería, es fácil que sufra sobrepeso y, con ello, displasias y otros problemas articulares. También es aconsejable tratarlo con parafina en las épocas de muda, para que expulse más fácilmente las bolas de pelo del intestino.