Tener una mascota que te haga compañía puede ser una verdadera bendición. No solo por el amor que nos dan, sino también por el hecho de saber que tenemos a nuestro cuidado a un ser vivo que debemos atender.
Pero a veces no es sencillo elegir la raza de gatos ideal para nosotros mismos. Para ello, es necesario informarnos bien, saber sus características y principalmente, qué tipos de demandas tendrá, en base a su carácter y comportamiento.
Tenemos que ser muy cautelosos a la hora de tomar una decisión apropiada, y ésta misma requiere de unas cuantas serias consideraciones. Principalmente, saber si nosotros mismos podemos y estamos dispuestos a ofrecerle los cuidados que nuestro gato necesite.
Hay varias opciones según sus características. Que quede claro que aquí no estamos diciendo que cualquier raza puede brindarnos ese amor y compañía que estamos buscando sino, simplemente, que cada raza se adaptará mejor a la personalidad, edad y tiempos que tú tengas.
En ese caso, el Ragdoll aparece como uno de los preferidos. Su característica principal es que es un gato tranquilo, fundamentalmente su carácter. Por su nombre, que significa “muñeca de trapo” ya podemos hacernos una idea de cómo es: tiene la tendencia de quedarse dormido en los brazos de cualquier persona que quiera hacerle mimos. Suele llevarse muy bien con niños por ser muy afable y tranquilo, y también principalmente, con las personas de mayor edad. El único punto “en contra” que encontramos entre sus cuidados es que su pelo necesita de una atención diaria para que pueda estar en las mejores condiciones.
El gato Común europeo es también una elección ideal para aquellos que buscan paz y tranquilidad con su mascota. Es una raza fuerte y robusta y cada vez la vemos más presente en los distintos hogares. Si bien tiene un carácter independiente, es muy afectuoso y principalmente lo es con su amo. También podemos reconocerle una gran inteligencia, sociabilidad, limpieza y a diferencia del Ragdoll, su pelo no necesita de tanta atención diaria.
Otra opción de razas tranquilas de gatos es el Maine. Es un animal muy grande de tamaño y suele llevarse muy bien con otras mascotas que estuviesen en la casa. Por su forma de ser, no tiene mayores inconvenientes para socializar, aunque es verdad que es una raza con mucha energía, muy dinámico, y suele necesitar actividad física y juego constante para sentirse bien.
El gato Persa es generalmente uno de los preferidos de aquellas personas que buscan un gato tranquilo. Su belleza física es innegable, así como también su inteligencia y su carácter tranquilo. Suele ser muy mimoso y compañero. Aunque como punto no muy a favor para sus cuidados, esta raza necesita un cepillado diario y son bastante propensos a sufrir enfermedades.
El Siamés quizá sea la raza más conocida de todas las que hemos descripto. Es sin dudas muy afable, muy divertido y cariñoso y tienen una de las esperanzas de vida más largas, con una media de 15 años. Como punto en contra podemos decir que son hiperactivos, algo que suele caracterizar a los gatos procedentes de razas asiáticas.
Al igual que el Siamés, el Birmano también es de procedencia asiática y comparte muchas características con él. Es un gato muy cariñoso y demostrativo en ese aspecto. Y no tengas dudas que siempre será muy tranquilo dentro de la casa, aunque disfruta mucho de jugar. Al igual que con otras razas, por su pelaje, necesitará un cepillado diario o al menos cada 2 días.
