Cuando un gato comienza a rascar los muebles del hogar o dañar otro tipo de elementos, se trata de una conducta que debe ser tomada como un llamado de atención. Los gatos, al igual que otros animales de compañía, se expresan a través de sus movimientos o comportamientos. En este caso el felino manifiesta su necesidad de rascar, trepar, afilar sus uñas, entre otras cosas.
Tanto la actividad de rascar como la de escalar o trepar, son parte de la esencia de los felinos. Para satisfacer sus necesidades naturales y a la vez mantener el cuidado del hogar, lo conveniente es proporcionarle al gato ciertos elementos que le sirvan para descargar estas energías.
Adquirir algún tipo de poste de madera para que el gato pueda trepar, o simplemente un rascador que se puede conseguir en cualquier tienda de mascotas, puede resultar muy provechoso y útil. Sin embargo, llevará un poco de tiempo y paciencia enseñar al gato que debe dejar de dañar los muebles del hogar. Para comenzar se pueden cubrir los elementos que el felino ha elegido como preferidos, y mostrarle las nuevas opciones mediante la motivación de algún premio.
La recompensa es el mejor método para enseñar a un gato y otras mascotas a realizar las acciones deseadas. Una vez que el felino ha tomado la costumbre de trepar o rascar los nuevos elementos adquiridos, será el momento de descubrir o traer nuevamente a la sala aquellos muebles que habían sido el objeto de deseo anterior. Con paciencia y esfuerzo se pueden lograr grandes cambios en el comportamiento de un gato.