Llegada de bebés a la casa y comportamiento felino

La llegada de un nuevo integrante humano a la familia, genera distintas reacciones en los gatos. Cuando finalmente sumamos un bebé a nuestra familia, es importante trabajar para que la convivencia con nuestro gato sea positiva. Recuerda que los gatos se perciben como dueños de la casa, y es el humano el que convive en ese espacio. La llegada de un nuevo integrante es un proceso que requiere paciencia, habrá algunas conductas que pueden resultar molestas o inconvenientes, pero de a poco se puede acomodar la convivencia.

El sentido clave, olfato

Las presentaciones del gato y el bebé son momentos clave, y el sentido que más entra en juego en la presentación es el del olfato. El mundo de los felinos está basado en la percepción de distintas señales olfativas. Una buena medida es, antes de la llegada del bebé a la casa, llevar alguna ropa o prenda que tenga su olor para que se vaya familiarizando. Se recomienda, mientras tenemos esta prenda, jugar con el gato o hacerle mimos, que detecte como un olor positivo la presencia del aroma a bebé.

Movimiento de muebles

Los gatos son animales extremadamente rutinarios. Si se hacen necesarias modificaciones en la ubicación de los muebles, es recomendable hacerlo antes de la llegada del bebé. Que el gato pueda acostumbrarse previamente a una nueva disposición de los elementos de la casa.

La presentación cara a cara

Las reacciones de un gato expuesto cara a cara con un bebé son diversas. Algunos corren a esconderse, otros sienten curiosidad y se acercan, y otros hasta aplican la conocida indiferencia gatuna. Si el gato intenta tocar al bebé, lo recomendable es agarrarlo suavemente y apartarlo mientras mantenemos un tono de voz agradable.

En caso de que el gato se esconda, no hay que forzar las situaciones. Seguramente saldrá para conocerlo cuando lo decida. Es importante no dejarlos solos en el primeros días, para evitar cualquier accidente. Pero lo más habitual es que al poco tiempo se acostumbren uno al otro.

Celos felinos

De la misma forma que un niño humano puede sentir celos por la llegada de un hermano, los gatos sienten celos. Procura jugar con el gato cada día, para evitar que sienta que ha sido desplazado. En los momentos donde está presente el niño, también tenemos que prestarle atención a nuestro amigo gatuno, darle alguna golosina, hacerle caricias. De esta forma el animal no asociará negativamente la presencia del bebé con una falta de atención.

No jugar tironeando la cola o las orejas

Al ir creciendo, el bebé sentirá una gran curiosidad por el gato y puede tratarlo como si fuera un juguete, sin tomar conciencia de que el animal siente dolor. Es importante enseñarle a tratar respetuosamente a los animales, a cuidarlos y ser cariñosos. De esta forma, no habrá juegos violentos que pueden generar una respuesta del gato. Además, las personas que tratan bien a los animales, aprenden a tratar bien a los seres humanos.

1 COMENTARIO

  1. ¡Genial post!
    Introducir mascotas a bebés es una experiencia enriquecedora que fomenta el amor, la paciencia y la responsabilidad. La supervisión cuidadosa promueve una conexión positiva, creando vínculos afectivos duraderos y enseñanzas valiosas.

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