Aún hoy en pleno siglo XXI hay muchas personas que dicen ser supersticiosas, no pasan nunca por debajo de escaleras, no abren el paraguas dentro de una casa, tiemblan ante un espejo roto o temen al número 13. Pero es interesante la superstición que hace que haya gente que tema cruzarse con un gato negro. Es interesante porque si miramos atrás en la historia, estos animales, sin importar el color que tuvieran, eran venerados, por ejemplo en el antiguo Egipto.
Los gatos se convirtieron en animales sagrados. De hecho Bastet, diosa egipcia de la armonía y la felicidad, era representada a veces con la forma de un gato doméstico o con una mujer con cabeza de gato. Eran tan venerados que cuando morían se les embalsamaba y enterraba en sarcófagos en un cementerio especialmente construido para ellos y la familia dueña del gato incluso le guardaba luto.
Eran muy queridos también como animal doméstico, ya que su habilidad para cazar ratones servía muy bien para proteger los silos donde se guardaban las cosechas y alejaban de las casas a serpientes y ratones. El gato estaba tan bien considerado que incluso había leyes que condenaban a quien matara a un gato aunque fuera por accidente
Sin embargo hoy las cosas han cambiado mucho y han pasado de ser venerados a ser temidos si son de color negro en especial porque dicho color está muy unido a la magia y la brujería.
De todas maneras todavía hay sitios en los que se considera buena suerte el que un gato aunque sea negro se cruce por tu camino. Y tenemos que reconocer que, seamos o no supersticiosos, ver un gatito jugando con un ovillo de lana siempre es una imagen que produce mucha ternura, sin importar si es negro o no.
