Datos poco conocidos de los gatos

Los pequeños felinos o gatos domésticos son ideales como compañía de personas tranquilas y que no se sientan intimidadas porque un pequeño ser les impida ser los dueños de la casa, es decir, los verdaderos “dueños de casa” son esos dulces animalitos que acaparan tanto el espacio físico de nuestras moradas, como así también el entorno afectivo nuestro.

Es que no se comportan como sus supuestos adversarios (que tampoco es así), que son sumisos y dependientes de sus dueños, nosotros, los humanos, sino que el comportamiento gatuno es opuesto en el sentido de que la relación con los humanos es de igual a igual, no soportan que los tengamos como inferiores a nosotros y en realidad ellos sienten que nosotros somos sus inquilinos.

Los gatos son independientes, a la inversa de los perros, no necesitan de nosotros más que en cuanto a la comida y estadía, no precisan que los saquemos a pasear, no se percatan de nuestra presencia o no en la casa (si salimos a trabajar y demás), etc. Aunque, como sabemos en verdad, son animales sumamente tiernos y compañeros. Solo quien ha tenido un gato en compañía de su vida en algún momento sabe de la maravilla de compañeros de hogar que realmente son.

Ya sin comparar entre gatos y perros (cada uno tiene su encanto y nos demuestran su amor de disímil manera), los pequeños felinos o gatos domésticos son ideales para personas que no necesitan contar con mucho tiempo extra para el cuidado de su mascota. Convengamos que, si uno adopta un gatito, sea callejero o adquirido de un refugio o lugar especial, es porque sabe que va a adquirir un ser de amor y así hay que cuidarlo: con amor, respeto y responsabilidad. Si no, si uno realmente siente o sabe que no va a estar dispuesto a dar parte de su vida a ellos, si no cuenta con dinero para sus necesidades básicas y más, es mejor ser responsable y no traer a un ser para hacerlo sufrir por un gusto infantil y egoísta propio.

Se trata entonces de saber que uno adquiere un ser para cuidarlo y para hacerse mutua compañía. Si bien como hablábamos antes, no demandan mucho cuidado, sí claramente precisan de su caja de arena o sanitario con piedras para gatos en un lugar limpio y seco y en lo posible alejado del paso para su intimidad, comida que el veterinario nos aconseje, agua fresca, un tanto alejada de su comida, y unos juguetitos seguros como unas pelotitas de goma y unas tiritas que incluso pueden ser cordones (siempre que no tengan hilos sueltos que puedan llegar a tragar). Todo esto es más que suficiente para la diversión de este precioso ser.

Un departamento es ideal para ellos, quienes no precisan de parques ni lugares amplios. Unas lindas cobijas calentitas y todo el amor del mundo que estemos dispuestos a darnos porque, si bien parece que no supieran de nuestra ausencia durante el día, ellos bien saben de ello y están felices al saber que hemos vuelto a casa, al calor de nuestro hogar.

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