Son muchas las personas que se preguntan cómo se puede enseñar a un gato a usar un arenero. Esto va a depender mucho de cómo se ha criado el gato o de si su mama lo ha enseñado o no. Si tienes una gata en casa y tiene gatitos no tendrás problemas debido a que su madre será la encargada de enseñarlos poco a poco.
Sin embargo, si adoptas un gatito o por cualquier motivo tienes un gato al que su mama no lo enseño, no te preocupes pues hoy vamos a ver qué podemos hacer para que tu gato aprenda a ir al baño y no te deje por la casa sus regalitos.
Trucos para enseñar a un gato a usar el arenero:
Elegir bien el lugar del arenero:
Este es uno de los puntos que más influye a la hora de que el gatito haga sus necesidades en el arenero. Tenemos que escoger un lugar alejado de las zonas de transito de la casa, evita los lugares donde haya mucho ruido por ejemplo al lado de la lavadora y no debe estar cerca de su comida ni de su bebedero.
Debes fijarte por ejemplo si a tu gato le gusta algún lugar especial de tu hogar e intentar ponerlo justo donde a el le gusta, una vez que se acostumbre, lo recomendable es que le dejes siempre el arenero en el mismo sitio pues si lo cambias de lugar es muy probable que no le guste.
El arenero:
También es primordial elegir un buen arenero para él, es muy importante que tenga el tamaño lo suficientemente grande como para que nuestra mascota pueda darse la vuelta dentro de él. También debemos tener en cuenta la altura y si se asusta fácilmente será ideal escoger uno con bandeja donde el animal se sienta más seguro.
El tipo de arena:
Mientras que el gato se acostumbra al arenero lo mejor es elegir arenas con aromas ligeros, si te gustan aquellos aromas más fuertes es mejor que lo dejes para más adelante debido a que al felino no le suele hacer mucha gracia.
Además, debes de tener en cuenta que el arenero debe estar limpio y deberá de tener unos 7 cm de arena en su interior.
Enséñale el arenero:
Esto parece algo muy obvio, pero si no le enseñas bien el arenero y la arena a tu gato no irá a él. Enseñándoselo entenderá que es suyo, que es el lugar de hacer sus necesidades. Eso sí, no le regañes cuando no lo haga en el lugar correcto, al revés tienes que premiarlo cuando lo haga en el arenero.
Si lo hace mal, lo llevaremos al arenero sin regañarle hasta que el entienda que ese es el lugar correcto. Por último, recuerda que, si lo intentas durante un tiempo prudente y no aprende, puedes llevarlo al veterinario pues en algunas ocasiones puede deberse a posibles problemas de salud.
