Los gatos, aunque sean por decirlo de alguna forma, más “elegantes y sofisticados” que los perros, también tienen sus caprichos culinarios y sus “antojos”.
Por antojos no hay que referirse exclusivamente a comida para gatos, es decir, golosinas o comida enlatada, que suelen tener un sabor mucho más agradable que el pienso para nuestros amigos felinos, y es que los gatos también pueden desarrollar un interés peculiar por nuestra comida, y al igual que con los perros, no debemos permitir que el gato coma lo que le de la gana, pues esto podría dañar no sólo su salud, sino también provocarle diarreas, caída de pelo o incluso problemas relacionados con la vista.
Hay muchos gatos que con sólo oler comidas como el atún o el yogur, ya están maullando detrás para que le demos un poco. Si no queremos que se mal acostumbre, no deberemos darle siempre lo que nos pida, sino controlar su alimentación, y si acaso, de vez en cuando darle alguna golosina para gatos como premio, o incluso comida enlatada, que también les suele gustar. Lo que sí está claro, es que el componente principal de la dieta de nuestra mascota debe ser el pienso, pues contiene todas las proteínas y vitaminas que el gato necesita para vivir y crecer sano y bien alimentado, lo demás tan sólo funciona como complemento o premio, y se tratan de alimentos que no deben formar parte de su alimentación diaria, sino ser una excepción de vez en cuando.
