Aquellas personas que hayan tenido la oportunidad de jugar y observar a un gato pequeño, coincidirá que hay pocas cosas más tiernas y divertidas que un gatito. Al adoptar un cachorro como estos es imposible imaginar el carácter que va a tener, ya que influye bastante la educación que reciba. Los gastos que son antisociables que han vivido desde pequeñitos en una casa seguramente han sido maleducados por sus dueños.
Toda personas que se decida a adoptar a un gato pequeño, deberá realizar más esfuerzo y dedicarle más tiempo que a un gato adulto. En cualquier caso, todos los gatos tendrían que estar hasta los dos meses de edad con su madre, y no deberían destetarse antes.
Un gato quiere jugar constantemente, inspeccionar y curiosear, y más en esa edades tan tempranas. La etapa desde los 3 a los 8 primeros meses puede ser una dura prueba para la paciencia del dueño, cuando decidan escalar cortinas, trepar por las estanterías o esconderse en cualquier cajón o armario. Es recomendable que si tu horario laboral no te permite estar más tiempo con ese gato pequeño, es recomendable que adoptes a otro gato del mismo tiempo para que entre ellos puedan entretenerse, facilitando así bastante su educación.
En un gato adulto muchas veces no podremos estimar su edad con exactitud, pero sí será fácil determinar cómo es su carácter (extrovertido, tímido, cariñoso) y de ahí valorar cual es el más adecuado para nuestros niños. Estos animales siempre tendrán ganas de jugar, independiente de si son adultos o jóvenes, pero con mayor frecuencia estos último ya que su nivel de curiosidad está en el apogeo.
