Si tienes un gato como mascota debes saber que existen ciertas sustancias que podrían causarle un gran daño. Muchas veces estamos comiendo algo y tendemos a ofrecerle las sobras a nuestro gato. Sin embargo, tenemos que prestar atención puesto que algunos elementos son muy peligrosos para su organismo.
Por ejemplo, una reacción espontánea es la de alimentar al gato cachorro con leche o algún otro tipo de lácteo. La leche es un líquido producido por ciertas hormonas que tiene la madre y sirve para alimentar a sus crías de la misma especie. Los gatos no necesitan la leche de vaca. Luego de haber sido destetados, estos animales no deberían consumir ningún tipo de lácteos.
Algunos tipos de hierbas resultan tóxicos para el organismo del gato. También la ingesta de cebolla y ajo no es recomendable, puesto que colabora en la destrucción de los glóbulos rojos y también puede irritar el sistema gastrointestinal. Otro producto que deberíamos evitar es la soja, en cualquiera de sus formas de elaboración.
Además, otros tipos de alimentos pueden resultar nocivos dependiendo del organismo de cada gato. Ante la duda, lo recomendable es descartarlos en la dieta del animal. Nos referimos a la levadura, el azúcar, el salmón, las uvas y las pasas, el chocolate, entre otros. Si notamos algún tipo de reacción alérgica en nuestro gato, lo mejor es concurrir a un veterinario para determinar si se trata de un problema en la alimentación.
