Las infecciones por parásitos son muy comunes en los gatos. Estos gusanos pueden generar un grave estado de salud en nuestra mascota, por lo que debe ser intervenida a la brevedad cuando se han notado los síntomas típicos. Sólo bastará con un poco de observación sobre el aspecto del pelo que tendrá poco brillo, las costillas prominentes y la barriga hinchada. También notaremos la aparición de vómitos y diarrea.
Algunas mascotas viven durante años con parásitos internos y sus propietarios ignoran que esta condición puede poner en peligro su vida. El control de esta enfermedad puede llevarse a cabo con un estricto régimen de desparasitación. Ante el menor síntoma debemos llevar a nuestro gato con un veterinario que nos pueda indicar el tratamiento adecuado.
Los gatos pueden contraer parásitos intestinales en cualquier edad. Una infección aguda de parásitos internos puede generar anemia en la mascota afectada. Los parásitos pueden transmitirse a través de las heces, por lo que una limpieza adecuada en el patio y en la caja de arena resulta fundamental.
Los gusanos pueden transmitirse de un animal a otro a una velocidad increíble. Una de las formas de prevención de este tipo de infecciones es el cuidado del gato en cuanto a su necesidad de salir afuera. Mientras logremos tener a nuestro gato lo más controlado posible, estaremos colaborando en evitar que se contagie parásitos u otras enfermedades que pueden sufrir los gatos callejeros. Como propietarios de una mascota, sea un gato o cualquier otra, es nuestro deber asumir la responsabilidad de su cuidado permanente.
