
Opi, es un precioso gatito de color caramelo que salvó hace unos días a un bebé de tan solo 3 años de edad.
Según la madre del niño y dueña del gato, por la ventana de la habitación del bebé entró un disparo sin que nadie pudiese preveerlo. Asustada corrió a la habitación de su hijo y al acercarse a la cuna de dio cuenta de que el pequeño estaba completamente dormido en su cuna, pero su pequeño gato Opi estaba en el sueño tirado al lado de la cuna ya que es quién había recibido el impacto de bala.

Buscando en la habitación, se pudieron dar cuenta que la bala había revotado contra la cabeza de opi y había caído en la cuna del bebé por lo que su mama´piensa que el gato salvó la vida de su hijo, ya que si no hubiese estado ahí en ese momento puede que la bala hubiese impactado directamente en el bebé.
Al llegar a la clínica con el gato tan herido, los veterinarios le recomendaron que era mejor que sacrificara al gato, ya que estaba muy mal y tenía muy pocas probabilidades de salvarse, sin embargo, su dueña dijo que no quería que fuese sacrificado y que quería que lo operasen de inmediato.

En los gastos médicos de Opie, la familia está recibiendo ayuda de una ONG de animales y entre ambos intentan que el heroico gato salve la vida, ya que el tratamiento de Opi más las curaciones y aportaciones que se le tuvieron que hacer al gato ascendieron a más de 1000 euros.
Cuando la bala impacto sobre el cuerpo de Opie, el gato la recibió por el cuello e ingresó por el hombro del gatito hasta parar en su axila. Para finalizar, la bala rebotó y se paró en la almohada del niño, sin embargo Opi calló inmediatamente. La madre del menor, dice que sabe que si Opi no hubiese estado ahí para parar esa bala, su hijo no estaría vivo.
Opie aun no se ha podido recuperar del todo y no se sabe si algún día su recuperación será al 100 % pero de momento están en rehabilitación y su dueña dice que se quedará con ellos para siempre ya que es el héroe de su bebé y esas cosas no se pueden olvidar.