Los gatos tienen la capacidad de enfocarse como un láser en algo que les interesa, lo que hace que para ellos, concentrarse sea algo sencillo, lo complicado es que lo hagan en algo que nosotros queremos.
Uno de los problemas principales cuando los gatos se centran en algo, es que es muy complicados sacarlos de ese momento y enfocarlos en otra cosa. Por ejemplo, cuando nosotros estamos en el ordenador haciendo algo importante o viendo la televisión, el gato viene a pedirnos amor y hasta que no lo consigue no se va. Esto es porque el gato está completamente enfocado en conseguir amor y nada más, no puede ver que estamos ocupados, porque está concentrado en que nos ocupemos de él.
Sin embargo, por medio de un entrenamiento básico, podemos enseñarle a nuestro gato que no nos moleste cuando estamos ocupados haciendo algo, antes de que el gato entre en su trance de concentración.
Esto pasa mucho también cuando están persiguiendo algo. Si por ejemplo, un pájaro se mete en nuestra casa y el gato comienza a perseguirlo, estará tan concentrado en capturar al pájaro que ignorará las señales de peligro, como por ejemplo que el pájaro ha salido por la ventana y no hay soporte para él fuera, por lo que puede caer al vacío.
Segundos nombre
Algo muy eficaz en estas ocasiones que recomiendan los veterinarios de muchos lugares, es darle un segundo nombre al gato, por medio del cual, al nombrarlo el gato sepa que debe salir de ese momento del trance de concentración porque está haciendo algo mal. Esto es algo que hacen también con nosotros algunos padres, nos dan un segundo nombre, que solamente nombran cuando están enfadados. De igual forma, al escuchar el gato ese nombre, sabrá que algo está mal.
Debe ser un nombre corto como Domi o Redo. Dos sílabas.
Cada vez que el gato haga algo malo, di ese nombre para que el gato entienda que ese sonido está relacionado con algo malo.