Luego de los siete años de edad, los gatos comienzan a mostrar cambios visibles en cuanto a su metabolismo y composición corporal. A medida que nuestra mascota se va volviendo vieja, debemos agudizar nuestros cuidados y atenciones en cuanto a su salud, siendo uno de los aspectos fundamentales la alimentación.
El objetivo principal en la alimentación de un gato adulto debe ser el equilibrio entre un buen estado de salud y un peso corporal óptimo. Resulta fundamental una dieta equilibrada que permita disminuir o prevenir el desarrollo de enfermedades crónicas, así como minimizar o mejorar los signos clínicos de enfermedades que ya pueden estar presentes.
Algunas de las enfermedades más comunes dentro de los gatos adultos son: deterioro de la piel y del pelaje, pérdida de masa muscular, artritis, obesidad, problemas dentales, desajustes intestinales, disminución de las defensas, sólo por mencionar algunas.
Un veterinario de confianza podrá determinar qué nutrientes y vitaminas hará falta incluir en la dieta de nuestro gato. Por ejemplo, el aumento en el consumo de vitamina E puede lograr que los gatos mayores aumenten sus niveles de anticuerpos. Además, cuenta con un gran poder antioxidante.
Teniendo un plan alimenticio saludable y completo para nuestro gato, habremos cumplido un gran porcentaje de nuestra responsabilidad en su cuidado. Acompañando esta dieta con un control regular, lograremos completar el objetivo.




