En ocasiones, nuestro gato puede necesitar tomar pastillas de algún tipo por recomendación del veterinario. A la mayoría de los gatos no les gusta su sabor, por lo que si les obligas pueden ponerse nerviosos o llegar incluso a atacarte para no tomarlas.
La mejor forma de conseguir que tu gato se tome las pastillas, que funciona en casi todas las ocasiones, es machacarlas hasta que sean un polvo fino y mezclarlas con su comida. De esta forma, probablemente no se dará cuenta y se las tomará.
Otra forma que también da buenos resultados es mezclar este polvo con leche condensada o con un poco de yogur, ya que éstos son alimentos que los gatos normalmente no consumen y que les encantan, por lo que posiblemente verán la hora de tomarse las pastillas con emoción.
De todos modos, si tienes que darle pastillas a tu gato lo mejor es que consultes con tu veterinario cuáles son las mejores formas de hacerlo.
