Tener un gato es una decisión que muchas personas toman en algún momento de su vida, tener una mascota es una elección personal. Muchas personas prefieren tener un gato que un perro. ¿Qué beneficios psicológicos aporta la compañía de un gato?
Razones para tener un gato
En primer lugar, es una fuente de compañía muy agradable tanto en el caso de vivir en familia pero todavía más, si se vive solo. Llegar a casa y tener una agradable compañía dando la bienvenida, es un regalo que eleva el ánimo y un incentivo frente a la soledad vivida de forma negativa.
Otro de los buenos motivos para tener un gato es que este animal es muy autónomo e independiente, por esta razón, podrás tener tu propio espacio y continuar con tu rutina cotidiana.
Un gato te ayudará a salir de tu zona de confort, te volverás más observador, mejora tu nivel de atención al estar pendiente de aquello que hace el animal.
Un gato es también un animal perfecto para vivir en un piso pequeño, y teniendo en cuenta que este tipo de hogar es cada vez más frecuente en las ciudades, esta puede ser una buena elección. Reirás a carcajadas con algunas de las travesuras de tu gato, y estas carcajadas con la mejor medicina de risoterapia. El gato se adapta fácilmente a la rutina de vida familiar, por tanto, pronto será uno más en el hogar.
Los gatos son animales muy inteligentes y tú mismo podrás aprender mucho de su propio estilo de vida. Pero además, desde el punto de vista de la inteligencia emocional, el cariño de un perro te hace conectar con el lado positivo de ti mismo, aumenta tu nivel de introspección. El gesto cotidiano de abrazar a tu gato te hará sentir querido. Y esto eleva tu nivel de autoestima.
Tener un gato es una experiencia de vida, una compañía que suma emociones tan agradables como la ilusión, la esperanza, la alegría, la vitalidad, la motivación por el presente y la resiliencia.
