Los gatos beben poco por instinto, lo que puede desembocar en problemas de deshidratación o de algún otro tipo. Por este motivo, es recomendable adquirir un bebedero para gatos que se adecue lo máximo posible a su forma de beber, además de que el agua de la que dispongan tiene que estar siempre fresca y limpia.
Hay diferentes tipos de bebederos. Si tu gato bebe ayudándose con una pata, el bebedero debe ser alto para que no se salga el agua y el gato se quede sin.
También hay bebederos para los gatos que beben especialmente poco, con un surtidor conectado a la red eléctrica y que mueve el agua, lo que hará que el gato quiera jugar con el agua y beba más. El inconveniente que tienen estos bebederos es, además del precio, es que el gato podría jugar con los cables y tener un accidente, por lo que al principio es recomendable vigilar al gato.
¿Te has preguntado alguna vez por qué los gatos no comen dulces?




