Llegas a casa con un nuevo integrante felino, después de presentarlo a la familia es hora de ver que puede comer.
Si decides darle de comer alimentos naturales como el pescado, siempre lo tendrás que hervir o cocerlo al vapor antes de ofrecérselo, siendo el del color blanco como el bacalao el mejor. Los pescados que vienen en la presentación de lata como el atún, sardinas u otros pescados también serán apreciados pero conviene limitarlos debido a la alta cantidad de grasa que puede ser perjudicial para el sistema digestivo y metabólico de tu gato.
La carne de pollo es aceptada con trabajo por casi todos los mininos, mientras que el queso, la yema de huevo, espagueti y el arroz hervido; son alimentos que puedes ofrecer a tu gato para comprobar si le atraen. Los huesos pequeños de vaca u otro animal, que tienen carne, también los pueden disfrutar y lo mantendrán entretenido por un muy buen rato. Evita sin embargo, lo que se astillan con facilidad como por ejemplo los de pollo o conejo. Puedes intentar mezclar pequeños trozos de hortaliza o fruta en la comida para ver si los acepta pero casi siempre es un no.
Tu gato prefiere comer poco pero seguido, en lugar de consumir una gran cantidad durante todo el día. No obstante, como carnívoros que son, los adultos pueden hacerlo. Pero los más jóvenes prefieren comer tres o cuatro veces al día. Como regla general, un gato ya sea adulto o joven, consumirá sólo lo que necesita y determinar la cantidad es algo que te ayudará para saber cuándo es lo que comerá. Si puedes acostumbrarlo a comer frutas y verduras, se verá beneficiado por la ingesta de vitaminas y alimentos que su cuerpo necesita, a menos que le ofrezcas alimentos industriales.
