Cada vez hay más personas que tienen algún tipo de alergia: al polvo, a algún alimento e incluso a los animales. Los gatos no se libran y hay gente que no puede parar de estornudar ante la presencia de uno e incluso les llega a faltar el aire.
Hemos de tener en cuenta que la alergia no es directamente al pelo del animal sino que en éste se puede albergar caspa o polvo, cosas a las que sí podemos ser alérgicos.
Si uno sabe que es alérgico a estos animales los mejor es no tener uno en casa, eso es lógico, pero ¿qué pasa si ya hemos comprado el gato? ¿Nos deshacemos de él? Aunque sería una buena solución no tiene porque ser la única. Los alergólogos, que son los médicos que estudian y tratan las alergias, están de acuerdo en que lo mejor sería deshacernos del gato pero hay otras recomendaciones que tal vez puedan ayudar a la persona alérgica a no desprenderse de su animal de compañía, como por ejemplo no dejar que el gato entre en nuestra habitación ni que se suba a los muebles, bañarlos todas las semanas, cepillarlos para quitarles la caspa (aunque para esto sería recomendable que lo hiciera alguien que no tuviera alergia) e incluso hay vacunas que nos pueden ayudar. Pero siempre debemos hacer las cosas bajo la supervisión de un médico, siguiendo sus recomendaciones puede ser que podamos mantener en casa a nuestra mascota.
También hay que tener en cuenta que, a veces pese a hacer todo lo que se nos recomienda, a todas las personas no les sirve y sigue afectándoles la alergia. Si después de hacer todo lo posible su salud se sigue resintiendo cuando está cerca del animal, lo mejor es deshacerse de él. Quizás en ese caso le convenga más un perro.
