No hace falta decir que desea que su gato se mantenga saludable por muchos años para saber que es mejor estar atento antes cualquier cambio que pueda ocurrir en tu mascota.
Por lo antes planteado, hoy traemos para ti algunas señales que indican si tu gato está sano o no.
Piel y el pelaje
La piel y el pelaje de tu gato son buenos indicadores de su salud: un pelaje saludable está limpio y desenredado. La piel tiene que estar limpia y suave. Una piel escamosa, calvas o piel dañada son indicios de problemas. Esto último puede ser causado por rascarse si su gato tiene pulgas, pero la intolerancia a los alimentos también puede influir.
¿Cómo sé si mi gato tiene pulgas?
Si encuentra puntos negros mientras inspecciona o arregla el pelaje de un gato, lo más probable es que esté viendo excrementos de pulgas. Puedes asegurarte mojando los puntos negros. ¿Se vuelven rojos? Entonces son excrementos de pulgas, lo que significa que tu gato tiene pulgas.
Temperatura corporal
Si tu gato está sano, su temperatura corporal se mantiene entre 38 y 39 grados centígrados. Puede fluctuar un poco a lo largo del día. Puedes tomarle la temperatura tú mismo con un termómetro, pero es más seguro y mejor llevarlo al veterinario si sospechas que tiene fiebre.
Limpiar ojos, nariz, oídos, uñas y dientes
Para asegurarse de que su gato está sano, es importante revisar sus ojos, nariz, orejas, uñas y dientes.
Ojos
Un poco de humedad en las esquinas de los ojos está bien, pero un exceso de lágrimas o pus no es una buena señal.
Nariz
Los gatos deben tener la nariz limpia; una nariz sucia puede ser un signo de gripe felina.
Orejas
Las orejas deben estar limpias por dentro. El exceso de cerumen puede ser un signo de ácaro del oído o causar inflamación del oído. ¿Tu gato se rasca mucho las orejas? Esté atento a la situación y acuda a un veterinario si es necesario.
Dientes
Inspeccionar los dientes puede ser una tarea difícil. Aun así, es bueno comprobar si los dientes están limpios. La decoloración puede indicar placa o sarro dental que puede dar lugar a molestas inflamaciones y graves afecciones asociadas.
Defecación
Las heces de un gato sano son firmes. La diarrea puede ser causada por una mala alimentación, la salida de los dientes, problemas intestinales, intolerancia alimentaria o lombrices. Vigile de cerca las heces de su gato cada vez que tenga la oportunidad, no lo dudes.
Orina
Los gatos son relativamente susceptibles a los problemas del tracto urinario, como la inflamación de la vejiga o la cistitis. Esto se debe a que los gatos son sensibles al estrés, pero también está relacionado con el hecho de que a menudo no beben lo suficientemente agua. Las indicaciones de problemas pueden ser sangre en la orina, poca cantidad de orina, orinar en cualquier lugar menos en la caja de arena o dificultad para caminar. Darle comida húmeda, además de comida seca, ayuda a mantener altos los niveles de líquidos de tu gato.
