Beneficios para los niños de TENER UN GATO

A la hora de adoptar un gato suele surgir la pregunta, ¡es conveniente para mis hijos pequeños? Hoy exploramos cuáles son los beneficios, cuidados y trucos para que los más pequeños puedan adoptar un gato y disfrutar al máximo de su presencia en el hogar. Hablaremos sobre los rasgos de personalidad de los gatos, sobre sus características más habituales y los motivos para elegir tener uno cuando vivimos con niños pequeños.

1. Ayuda a la salud

Pese al riesgo de alergias que siempre esgrimen los que no quieren tener gatos, está confirmado que tener un gato ayuda a mejorar las defensas de los niños pequeños. Al tener mayor alegría, contención y compañía, los niños y niñas que tienen gatos como mascota ven incrementadas sus defensas y es menos probable que contraigan nuevas alergias.

2. Combaten la depresión

Los gatos son animales que pueden servir para enfrentar la depresión y las enfermedades cardiovasculares en los niños. La presencia del gato ayuda a calmar los nervios y puede ser una excelente herramienta para que los niños más pequeños vayan enfrentando problemas de ansiedad, temor y similares.

3. Los gatos y el autismo

Los gatos también son muy utilizados como una herramienta en tratamientos contra el autismo en niños y niñas pequeñas. Han demostrado ser animales con un excelente nivel de aceptación dentro de la socialización de pacientes infantiles con autismo. La clave reside en la personalidad del gato, que a diferencia del perro es más independiente, reservada y equilibrada. Al tener menos exabruptos que un perro cachorro, por ejemplo, el gato termina siendo más amigable para un paciente con autismo.

4. Aprender a tomar responsabilidades

Otro de los grandes aportes que tener un gato les da a los niños pequeños, es la responsabilidad de tener un ser vivo bajo su cuidado. Es una forma de inculcarles amor y respeto por los animales, aprender a valorar el cariño, la capacidad de entender el sufrimiento, generar empatía y amor al igual que en las relaciones con otros seres humanos y otros animales.

Tener un gato como mascota cuando el niño o niña es pequeño, es una excelente forma de comenzar una etapa de la formación cívica que tiene que ver con el cariño, con el respeto a los otros y con el cuidado y la solidaridad que tenemos que tener hacia los animales y hacia nosotros mismos. El respeto al espacio personal, a relacionarse sin imponerse y a avanzar para una sociedad mejor y más respetuosa con los animales y entre las propias personas.

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