Este curioso término hace alusión a la presencia de un exceso de grasa en la parte superior de la cola del felino, lo que, además del consiguiente aspecto anti-estético, puede derivar en otros problemas, por lo que es importante saber reconocerla.
Qué es la “cola de semental” en los gatos
En el gato existen dos tipos de glándulas: sebáceas y sudoríparas.
La mayoría de las glándulas sebáceas que podemos encontrar en el cuerpo del felino están asociadas a folículos pilosos y producen una secreción oleosa cuya función es la de impermeabilizar los pelos y conservar la flexibilidad de la piel.
Entre las glándulas sebáceas existen algunas de mayor tamaño que se localizan en la barbilla, los labios, la superficie dorsal de la base de la cola, etc. Esta última es, concretamente, la “protagonista” de este texto.
La secreción de estás glándulas de mayor tamaño tiene gran importancia en el marcaje territorial: los gatos frotan dichas zonas por diversas partes de la casa, llegando a ser la causa de unas antiestéticas y “molestas” marcas oscuras. Sin embargo el animal no se conforma con marcar objetos inertes… ¡¡ni mucho menos!!, el felino también marca a los humanos con el mismo frotamiento de sus glándulas sobre nuestro organismo.
El aumento de actividad de la glándula supracaudal suele guardar relación con la testosterona, por lo que es típica en machos enteros (de ahí el curioso término), aunque también puede darse en hembras y en machos castrados.
Estos “excesos de productividad glandular” pueden terminar provocando casos de distinta gravedad de “acné felino”.
El tratamiento va encaminado a eliminar el exceso de grasa; la zona puede limpiarse con un jabón de clorhexidina dos o tres veces al día o con el uso de champús antiseborreicos.
En casos leves este tratamiento puede ser suficiente, aunque en casos más graves puede ser necesario el uso de antibióticos, previamente prescritos por el veterinario y tras un cultivo y un antibiograma, y nunca “por cuenta propia” del propietario.
Ni que decir tiene que el uso de productos populares como “milagros anti grasa” de utilización doméstica (Fairy y similares), no deben ser usados nunca, por más que nos lo recomiende un “experto” amigo, o puesto que lo hayamos leído en alguna página web de dudoso criterio.
Vía | El Gato En Casa