Supersticiones populares sobre los Gatos.

Supersticiones populares sobre los gatos.

Probablemente no existan tantas supersticiones ni tan variadas sobre otro animal como sobre el gato, sobre todo si es negro. Hasta en eso son seres especiales.

Muchas personas creen todavía en la actualidad que «un gato negro» que se cruce corriendo en su camino puede traerles mala suerte. Algunas lo creen hasta tal punto que, si se ven en tal tesitura, esperan a que alguien atraviese antes que ellos ese sospechoso límite. La anterior es quizá la superstición más extendida en torno a los gatos, pero hay cientos de ellas y no todas son de carácter ominoso, ni siquiera las relativas a gatos negros.

Las supersticiones —auspiciosas o no— parten de las primitivas creencias animistas y de la mera observación de la conducta felina: muchas establecen conexión entre los felinos y las previsiones meteorológicas, la salud y la fertilidad humanas, pero también los fantasmas y la muerte.

Un ejemplo que ilustra las creencias supersticiosas sobre la percepción de los gatos y los fantasmas lo aporta el escritor espiritista Elliott O’Donnell en su obra Animal Ghosts, donde señala que los gatos huelen la muerte, es decir, huelen la presencia del espíritu guía que ha venido a llevarse un alma: «Ante una muerte en una casa he observado a un gato mostrar señales crecientes de inquietud. Se mueve de un sitio a otro sin poderse estar quieto ni un momento, tirita con frecuencia, va a la puerta, olfatea el aire, echa la cabeza para atrás y maúlla lastimeramente y sin querer quedarse solo a oscuras».

 

En determinados gremios que implican riesgo, como la minería, la pesca y la navegación, los gatos han desempeñado siempre un papel protector importante. Sin embargo, también es mascota u objeto supersticioso en gremios como el teatral donde es portador de buena suerte entre bastidores y de mala suerte en escena.

 

Como apunta T. F. Thiselton Dyer, «En los ojos de los supersticiosos apenas hay un movimiento del gato al que no pueda atribuirse algún significado».

 

Supersticiones sobre Gatos blancos y negros.

 

Parece que la extendida superstición de que la mala suerte se cernirá sobre aquel que se cruce con un gato negro se originó en la Europa del Medioevo, donde el felino negro suscitó gran temor por su supuesta conexión con las brujas y, de hecho, se creía que encubría el espíritu de estas y/o el del diablo.

Por ahora, nos centraremos en las curiosas supersticiones sobre gatos negros y blancos, tan auspiciosas como ominosas, según los casos:

  • En la costa de Yorkshire, por ejemplo, las mujeres de los pescadores creen que sus maridos regresarán sanos y salvos si en la casa tienen un gato negro.
  • En las casas de los marinos ingleses, a los gatos negros les trataban a cuerpo de rey porque creían que teniéndoles contentos se asegurarían el buen tiempo cuando navegaran. Los gatos negros alcanzaron un precio tan elevado que pocos marinos podían permitirse el lujo de comprarlos.
  • En las Midlands de Inglaterra, se creía que un gato negro como regalo de boda traía buena suerte a la novia.
  • En el sur de Francia, a los gatos negros se les llama «matagots» o «gatos magos». Según una tradición local, traen buena suerte a los dueños que les alimentan bien y les tratan con el respeto que merecen.
  • Otras supersticiones sobre los gatos negros varían según las localidades. En algunas dicen que es afortunado tener un gato negro pero no encontrárselo; que acariciar un gato negro trae buena suerte; que si se persigue a uno se llevará la suerte de la casa con él; que si hace una visita a una casa o se queda en ella traerá buena suerte; que dormir con uno trae buena suerte,etc.
  • La creencia sobre la mala suerte que portan los gatos negros, a veces se invierte y son los gatos blancos los culpables: los escolares ingleses que ven un gato blanco camino de la escuela creen que tendrán problemas y para evitarlos escupen, hacen el signo de la cruz o se dan la vuelta.
  • Para otros escolares son los gatos blancos los que traen mala suerte si se encuentran por la noche. En América, en cambio, tanto los gatos negros como los grises y los blancos son considerados portadores de buena suerte. No sucede así en Irlanda donde un gato negro que se interponga en el camino de alguien con luna llena significa muerte y una epidemia.

 

Fertilidad y salud.

Hay supersticiones inocentes pero otras crueles que llevan a sacrificar a los felinos para obtener ciertos poderes o curar enfermedades (sobre todo infantiles). Sin embargo, puede afirmarse que en general maltratar a un gato es señal de mala suerte en todo el mundo.

Este respeto por el gato tiene probablemente su origen en religiones antiguas, como la egipcia, en que el gato era un animal sagrado y aquellos que le hacían daño eran castigados severamente.

 

  • Oír estornudar a un gato es una buena señal para el oyente.

 

  • Llevar al gato de la familia a tu boda trae buena suerte. Si un gato estornuda cerca de la novia el día de la boda, ella tendrá buena suerte.

 

  •  Quien da una patada a un gato, tendrá un ataque de reuma.

 

  • Si se mece a un gato en una cuna, traerá fertilidad a una pareja un mes después de su boda.

 

  •  Un gato enterrado en un campo ayudará a que crezcan las cosechas.

 

Previsiones meteorológicas

 

Determinadas costumbres o acciones de los gatos se han considerado pronósticos de buen o mal tiempo meteorológico. Dichos pronósticos se basan en algún tipo de observación, aunque algunas de las supersticiones carezcan de base:

 

  •  Si un gato se lame detrás de las orejas, lloverá. Si se lame la cara, hará buen tiempo.

 

  • Un gato que duerme con las cuatro patas recogidas anuncia tiempo frío.

 

  •  Cuando un gato mira por la ventana, espera lluvia.

 

  •  Cuando las pupilas de un gato están muy dilatadas, lloverá.

 

  • Si un gato estornuda una vez, lloverá.

 

  •  Un gato inquieto anuncia tormenta. Lo mismo si se lame la cola.

 

  •  Si un gato se pone de espaldas al fuego, helará.

 

  • Si un gato corretea alrededor de la casa, habrá fuertes vientos. Lo mismo si araña la alfombra.

 

  • Un gato que araña la pata de una mesa, anuncia cambio de tiempo.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí