He aquí un animal cuya mera apariencia justifica el gusto por los gatos. Grande como es, fuerte, de cabeza mediana y proporcionada, luce unos ojos de color claro, grandes, bien separados y un tanto ovalados.
Luce un manto de pelo espeso, sedoso, corto en la cabeza, paletilla y patas para el que se admiten en el estándar todos los colores, salvo que sea colorpoint, canela, choclate, fawn y lila.
Un gran gato en todos los sentidos
La enormidad de la raza le ha valido el sobrenombre de “Goliat de los gatos”, si bien también se lo conoce como gato-mapache, por la similitud en la cola con este animal, sobre todo cuando hablamos de ejemplares que presentan un pelaje silver-tabby.
El Main Coon es una de las primeras razas originarias de Estados Unidos. De hecho debe su nombre al club de amantes de los gatos donde se creó en 1953: el Central Maine Coon Cat Club, en la ciudad norteamericana de Maine. Y como buen producto estadounidense, alcanzaba una popularidad extraordinaria en muy poco tiempo.
Buen compañero de piso
Se trata de un fenomenal gato doméstico, en tanto en cuanto es un bonachón irredimible, muy cariñoso y sociable, que agradece la compañía de humanos, congéneres y cualesquiera otras mascotas. Pero no deja de ser un felino y, como tal, cazador. Es por eso que necesita escaparse de ves en cuando, para desgracia de ratones y animalitos susceptibles de ser su presa en el barrio.
Por otra parte, este animal necesita pocos cuidados específicos: será suficiente cepillarle el pelo con relativa frecuencia para que no se le anude y poco más. Aunque, en cuanto la salud y los problemas que puede presentar, éstos se derivarán del exceso de kilos le afectarán, sobre todo, a los huesos. Hablamos de posibles displasias de cadera o de lesiones o deformidades leves en las articulaciones.