Los síntomas de diabetes en los gatos

El signo más clásico de la diabetes en el gato es un aumento en la ingesta de agua y la diuresis. La sobrecarga de glucosa en el torrente sanguíneo se alivia en cierta medida por la pérdida en la orina, y la gran cantidad de glucosa en la orina extrae agua del cuerpo con ella por ósmosis. La pérdida de agua en el cuerpo conduce a la deshidratación, y los animales compensan esta situación bebiendo mucho más.

Otro signo de la diabetes es la pérdida de peso,  a pesar de un aumento del apetito. El cuerpo necesita glucosa para obtener energía y con la resistencia a la insulina parece que no puede conseguir  la suficiente, especialmente en el cerebro. Al mismo tiempo, las calorías en forma de glucosa se pierden en la orina. El cerebro siente que el cuerpo tiene hambre y así aumenta el apetito del felino, y no aumenta de peso porque las calorías se pierden y no son utilizadas. Además, la insulina promueve la construcción de las proteínas de los aminoácidos en el cuerpo. Cuando no hay suficiente insulina, las proteínas se descomponen (especialmente en el músculo), y esto también contribuye a la pérdida de peso.

Los gatos son los únicos que no forman cataratas cuando se vean afectados con diabetes. Sin embargo, pueden tener una postura anormal en el que están de pie o caminan sobre sus corvejones en lugar de sus dedos de las patas (conocida como una posición plantígrada) o pueden tener vómitos y diarrea crónica.

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