La raza Maine Coon requiere un cuidado especial en cuanto a su higiene y salud. Se trata de un gato propenso a ciertos problemas de salud que pueden resultar de mucha gravedad. Para mantener saludable un Maine Coon se debe establecer una rutina de atenciones diarias.
Al tratarse de una raza de pelo largo, requiere un cepillado en todo el cuerpo al menos una vez en el día para evitar los enredos. Con un cepillo especialmente diseñado que podemos obtener en cualquier tienda de mascotas, procedemos a realizar el cepillado, poniendo especial atención en las zonas más propensas a formar enredos como por ejemplo el pecho y el estómago.
En cuanto a cuestiones de salud, debemos ser muy cuidadosos con el gato de esta raza. El Maine Coon es propenso a desarrollar displasia de cadera, donde sus articulaciones se vuelven anormales. Esta condición puede causar debilidad, cojera y dolor. Observando sus movimientos podemos notar algunos síntomas muy comunes, como por ejemplo que se niegue a saltar sobre objetos, o subir y bajar escaleras. Ante cualquiera de estos signos, la consulta con un veterinario resulta fundamental.
Esta raza de gatos puede desarrollar una enfermedad cardíaca grave llamada cardiomiopatía hipertrófica. Los síntomas incluyen jadeos, respiración con la boca abierta, falta de apetito, pérdida de peso, disminución de la actividad física, incapacidad repentina para utilizar uno o más de sus miembros, sólo por mencionar algunos. Nuevamente, la consulta con el veterinario debe hacerse lo antes posible cuando se observa alguno de estos signos.
