¿Cómo escoger al mejor compañer@ para tu gat@?

Pautas de presentación, ¿Cómo escoger al mejor compañer@ para tu gat@?

Ha llegado la hora de que nuestro gato conviva junto con otro animal de su misma especie, para ello es necesario tener en cuenta ciertas conductas felinas para que todo sea lo más fácil posible.

En primer lugar hay que tener claro el carácter de nuestro gato a la hora de escoger un compañero para él; la adaptación “rápida” en gatos es posible, siempre y cuando se organice todo acorde con el modo de vida que todos los componentes de la familia llevan, tanto humanos como felinos.

Una vez que tenemos claro el nuevo compañero que vamos a traer a nuestra casa hemos de prepararnos nosotros, los humanos, para afrontar las distintas situaciones que se nos irán presentando en los próximos 15 ó 20 días, incluso más, depende de cada gato. (En ocasiones también puede ser menos tiempo).

Si el gato a introducir en la familia procede de una protectora, criadero, tienda, etc., deberemos exigir su cartilla sanitaria y estado de salud general para evitar contagios de enfermedades peligrosas de forma innecesaria. Si el gatito es encontrado en la calle, inmediatamente deberá ser evaluado por un veterinario para que nos certifique que su salud es buena y que no corremos el riesgo de poner en peligro al gato que ya está en casa. Si en ese momento no se le pudiera llevar al veterinario, se le mantendría aislado hasta confirmar un buen estado sanitario del animal.

En cuanto a sexo y edad, hemos de tener en cuenta varias cosas:

Macho adulto-macho adulto: suele haber una rivalidad territorial entre ellos bastante fuerte, con lo cual el proceso de adaptación será más largo, importante esterilizar a ambos para evitar marcajes y posibles peleas territoriales importantes en las que se puedan hacer daño.

Macho adulto- hembra adulta: no existe mucha rivalidad territorial pero su periodo de adaptación también es largo debido a su edad, depende un poco también de la procedencia de la hembra en el momento de la presentación y viceversa.

Adultos, cualquier sexo- cachorros cualquier sexo: No existe rivalidad territorial alguna debido a la fragilidad que los cachorros representan ante un gato ya adulto, su proceso de adaptación suele ser más corto y menos traumático para ellos, aunque si mas traumático para las personas que conviven en la casa (debido a la sobreprotección que quieren proporcionarle al nuevo cachorrito).

Pautas de presentación

Cuando hayamos comprendido lo dicho con anterioridad procedemos a su presentación:

1.- Una vez llegamos a casa con el nuevo gato procederemos a dejar el trasportín en el suelo y abrimos la puerta suavemente.

2.- Deberemos proveernos de un pulverizador con agua bien fría y lo pondremos de tal modo que el agua salga a chorro y no pulverizada, esta será nuestra UNICA manera de intervenir en altercados donde la sangre pueda llegar al río, nunca antes.

3.- Lo habitual es que el gato de la casa se acerque a olisquear el trasportín y suelte el primer bufido al nuevo miembro. No hay que alarmarse, esto es completamente normal, no le conoce de nada y está en su casa.

4.- El gato veterano tendera a observar desde lugares escondidos o elevados todos los movimientos que el nuevo ejecute. Así como el gato nuevo tenderá a esconderse, o por el contrario (en gatos adultos) a enfrentarse. Aunque lo más habitual es que se esconda hasta que se sienta más seguro y vaya conociendo la casa y a sus habitantes.

5.- Nosotros, los humanos, tomaremos la posición de meros OBSERVADORES, no debemos NUNCA intervenir en sus “conversaciones”, puede parecer cruel ante nuestra forma de pensar que se bufen e incluso se den algún zarpazo, pero hay que tener en cuenta que esa es su única manera de expresarse, ellos no hablan con palabras, de algún modo tienen que comunicar lo que quieren, y esa es su manera de hacerlo.

6.- Durante los días que dure la adaptación deberemos proceder de esa manera, si interferimos directamente estropearemos su conducta dando lugar a problemas de comportamiento mucho mayores y más graves, como agresividad redirigida, marcajes o protestas con orina o heces, etc.

7.- NUNCA pegar a ninguno de los dos gatos, NUNCA encerrarlos como castigo, no lo entenderían, no procesan la información en su cerebro de la misma forma que los humanos, así que no los tratemos como tal o estropearemos su carácter y sus conductas serán las inadecuadas.

8.- Este proceso de adaptación, dure el tiempo que dure, será superado con éxito si se tiene PACIENCIA, CAPACIDAD DE OBSERVACION Y SANGRE FRIA para las situaciones más elevadas de tono.

9.- En cuanto a “remedios” alternativos se puede usar feliway en difusor, para tranquilizar un poco el ambiente, se recomienda ponerlo unos días antes de que el nuevo miembro entre en el hogar.

Estas últimas pautas son de suma importancia.

1.- No premiar conductas agresivas consciente o inconscientemente (por el afán de intentar tranquilizar a uno de los dos o a los dos animales, podrías terminar con un buen mordisco o arañazo de cualquiera de ellos).

2.- Corte de uñas a ambos gatos, sobre todo en adultos para que el daño que se causen sea menor, o más leve.

3.- La opción de no aislarlos se debe a que siempre provoca mas inseguridad lo desconocido que lo que puedes realmente ver delante.

4.- En caso de dudas ante que hacer, consultar siempre a un especialista en comportamiento, es mejor no hacer nada, que equivocarse y luego provocar otras conductas mucho más difíciles de solucionar que la que lo provoco.
Fuente: http://www.defensafelina.org/index.php?option=com_content&view=article&id=319&Itemid=94

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