El gato siamés se describen como gatos elegantes, finos, esbeltos, apuestos, así como delicados, simpáticos, musculosos, obedientes, de cuello largo y delgado, ojos muy grandes, su pelaje muy suave y refinado, orejas crecidas de tal manera que junto con su cabeza se forme un triangulo, un buen cuerpo y una cola muy hermosa, y lo más importante es que son gatos muy limpios. Pueden tener un peso aproximado de 3 a 4 kg (los machos pesan más que las hembras).
Algunos son considerados compañeros inseparables de sus amos, y otros estimados como muy independientes, sin embargo en ninguno de los dos casos dejarán de ser fieles a sus dueños, a la mayoría de ellos les gusta ser el centro de atención y gozan ser muy divertidos aunque otros en particular son un poco tímidos, pero aun así todos muy cariñosos y ágiles por naturaleza. La mayoría de ellos se estiman muy sociables y curiosos. Tienen un color tan espectacular que podrán capturar la atención de cualquier persona.
El antecedente o historial de esta raza de gatos relata una historia muy antigua, desde lo tiempos del Rey de Siam (lo que hoy conocemos como Tailandia), y la única forma en que se podía obtener este admirable felino era recibirlo como un obsequio de parte del mismo Rey. Es decir, era muy difícil obtenerlos. Sin embargo hoy en día ésta es una raza muy conocida incluso personas que dicen no gustarle los gatos conocen de las características y cualidades cautivadoras de los siameses.
Si tienes alguna persona especial a la que quieres darle un gran regalo, sería agradable pensar en obsequiarle un bello siamés, ambos se harán compañía y sin duda alguna pasará muy buenos momentos juntos. Lo que esta raza tiene de belleza y elegancia también lo tiene en inteligencia y son muy fáciles para dominar o enseñar.
